Un niño desaparece, todo el país comienza a buscarlo y, finalmente, la familia lo recupera, sólo para darse cuenta de que no era su hijo después de todo.
¿Qué ocurrió con Bobby Dunbar?
El 23 de agosto de 1912, los Dunbar fueron de excursión al lago Swayze, en Luisiana. Mientras la familia jugaba en el agua, de repente el pequeño Bobby, de sólo cuatro años, desapareció. Lessie y Percy Dunbar buscaron a su hijo por todas partes, pero se vieron obligados a llamar a las autoridades después de que su búsqueda no diera resultado.
La policía local, y finalmente la policía estatal, iniciaron una persecución del chico por todo el estado. Atraparon y diseccionaron caimanes y lanzaron dinamita al lago con la esperanza de que expulsara el cuerpo del agua. En ninguno de sus esfuerzos apareció el cuerpo. Entonces, ocho meses después de la desaparición de Bobby, los Dunbar recibieron buenas noticias: habían encontrado en Mississippi a un niño que coincidía con la descripción de Bobby.
Un hombre llamado William Cantwell Walters, un manitas ambulante, había sido visto con el niño. Cuando las autoridades lo atraparon, afirmó que el niño era Charles Bruce Anderson, el hijo ilegítimo de su hermano y una mujer que trabajaba para su familia llamada Julia Anderson.
Afirmó que el niño, al que se refirió como Bruce, había sido dejado a su cuidado por Julia, mientras ella se iba a buscar trabajo. Muchos habitantes del pueblo apoyaron la historia de Winter, pero la policía lo detuvo y se llevó al niño en custodia.
¿Era el verdadero Bobby Dunbar?
El reencuentro inicial entre el niño y los Dunbar sigue siendo discutido hasta hoy. Un periódico afirma que fue alegre y que el niño gritó al instante «Madre» al ver a Lessie. Otros relatos afirman que tanto Lessie como Percy Dunbar dudaron en confirmar que el niño era Bobby.
Al día siguiente, después de llevar al niño a casa para pasar la noche y bañarlo, Lessie Dunbar dijo que había identificado positivamente lunares y cicatrices en su cuerpo que confirmaban que era su hijo. La policía permitió entonces a los Dunbar llevarse al pequeño Bobby a su casa.
Sin embargo, unos días después de que los Dunbar se llevaran a Bobby a casa, apareció la propia Julia Anderson, respaldando las afirmaciones de Walters de que el niño era su hijo. Dijo que había permitido a Walters cuidarlo durante unos días mientras buscaba trabajo, y que esos pocos días se habían convertido en meses al no haber podido encontrar ninguno.
La policía volvió a llamar a los Dunbar, solicitando que Bobby formara parte de una rueda de reconocimiento para ver si Julia podía identificarlo correctamente. No pudo. Preguntó si era el chico que habían encontrado, pero al no recibir respuesta, admitió que no estaba segura.
Sin embargo, regresó al día siguiente afirmando que, de hecho, estaba segura de que el niño identificado como Bobby Dunbar era en realidad su hijo Bruce. Sin embargo, ya se había difundido la noticia de que había dudado el día anterior y que el niño vivía cómodamente con los Dunbar. Los tribunales dudaron en volver a plantear el caso. Incapaz de pagar una batalla judicial de cualquier manera, Anderson regresó a su casa en Carolina del Norte, dejando al niño con los Dunbar.
La vida con los Dunbar
En ese momento, los Dunbar estaban plenamente convencidos de que el niño era Bobby. Había vuelto a casa y se había aclimatado bien, jugaba con sus hermanos y mostraba signos de recordar cosas de la casa.
Por ello, Walters fue condenado por secuestro y pasó dos años en prisión por su delito antes de que su abogado apelara. Debido al coste del primer juicio, el tribunal se negó a juzgarlo de nuevo en lugar de ponerlo en libertad. Hasta el final de su vida, mantuvo su inocencia en el caso.
A estas alturas, parece que todo iba bien. Bobby se había reunido con su familia y se estaba adaptando bien. Creció y se casó, llegando a tener cuatro hijos propios antes de su muerte en 1966. Aunque le habían contado los sucesos ocurridos durante su infancia, los miembros de la familia contaban que él siempre mantuvo que sabía quién era y que era Bobby Dunbar.
Las pruebas de ADN de su hijo
Entonces, en 2004, Bob Dunbar Jr., hijo de Bobby Dunbar, accedió a una prueba de ADN. Su hija, Margaret Dunbar Cutright, había estado investigando los hechos y quería demostrar de una vez por todas que su abuelo era Bobby Dunbar. El ADN de Bob Dunbar Jr se comparó con el de su primo, el hijo del hermano menor de Bobby Dunbar.
La prueba fue concluyente: Bob Dunbar Jr. no estaba emparentado con ningún miembro de la familia Dunbar. El niño que los Dunbar habían reclamado como Bobby Dunbar todos esos años, era, de hecho, Bruce, hijo de Julia Anderson
En cuanto al verdadero Bobby Dunbar, su destino sigue siendo desconocido. Margaret cree que el niño cayó al lago y se ahogó o fue devorado por un caimán. Algunos periodistas teorizaron que Lessie y Percy Dunbar habían hecho algo a su hijo y habían utilizado a Bruce Anderson para encubrir sus actos. Las autoridades afirman que encontraron huellas que se alejaban del lago y que oyeron decir a los lugareños que habían visto a un hombre de aspecto sospechoso llevándoselo, pero los rumores nunca se confirmaron.
