El ser humano siempre ha tenido la intuición de que las formas que más se repiten en la naturaleza son las más perfectas. Las burbujas de jabón son perfectamente redondas por una cuestión de «economía».
¿Qué hace que las burbujas tomen esa forma natural?
La naturaleza suele procurar emplear el nivel más bajo de energía. Y la forma más sencilla es la esfera. Los científicos la denominan la «estructura de superficie mínima».

Esto ocurre por la tensión superficial en la burbuja, hace que las moléculas se unan lo más fuertemente posible. La burbuja trata de mantener el gas en su interior con la estructura más estable y la que tenga la menor cantidad de área de superficie. Y como mencionamos anteriormente la esfera es la figura con las superficie más pequeñas en comparación con su volumen. Por ello necesita la menor energía para formarse.
¿Cómo se forman las burbujas de jabón?
El carácter anfipático de los jabones permite que éstos interaccionen con sus regiones polares y se sumerjan en la fase acuosa, mientras que las cadenas apolares son repelidas y proyectadas hacia fuera, en el aire, donde interaccionan con las cadenas alifáticas de sus moléculas vecinas.

Esta doble interacción polar-apolar es responsable de que las moléculas de jabón en solución acuosa se extiendan por la superficie del agua y formen una monocapa. Cuando se insufla aire en su interior (la solución jabonosa), las moléculas de jabón se reorientan y adoptan otra estructura, llamada bicapa, que permite formar la pompa de jabón.