No tiene sentido que los teléfonos móviles causen cáncer porque la radiación que emiten es no ionizante, significa que no tienen tanta energía para desprender electrones de los átomos o moléculas y destruir el ADN.
La radiación de los teléfonos móviles es casi idéntica a la radiación dentro del microondas. La longitud de onda es casi la misma unos 15 centímetros básicamente del mismo tamaño que nuestro teléfono.
Entonces ¿Puede dañar nuestro cerebro?
Esto generó varios vídeos en youtube donde mostraban teléfonos haciendo palomitas o cocinan. Eso es obviamente imposible porque la cantidad de energía que tiene un microondas equivale a mil veces el poder de la radiación de las micro-ondas que emite un teléfono
¿Son peligrosas las torres de telefonía?
Si vives en un área con mejor recepción eso implicaría que tu teléfono deba emitir menos micro-ondas para poder transmitir a la torre. Así que estarás expuesto a menores niveles de radiación al vivir cerca de una torre que viviendo lejos, sin embargo, han aparecido estudios científicos que muestran que altos niveles de micro-ondas, tales como los de un teléfono móvil pueden generar la liberación de proteínas de choque térmico dentro del cuerpo y se cree que tal vez podría estar relacionado con un tipo de cáncer. Entonces tal vez esa sea la razón para estudiar los efectos biológicos de los teléfonos móviles en la gente.
Cáncer cerebral
Un estudio sueco encontró que los usuarios de teléfonos tienen 30% más de probabilidades de desarrollar glioma uno de los tipos más comunes de cáncer cerebral maligno y aquellas personas que hayan utilizado el teléfono celular por más de 25 años tienen el triple de probabilidades. A raíz de estudios como ese la opinión experta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la radiación del teléfono móvil como posiblemente cancerígena para humanos. Pero considerando que el cáncer cerebral es extremadamente raro, en un año encontrarás tres posibilidades en 100.000 de desarrollar glioma. Entonces de acuerdo con el estudio sueco el uso prolongado puede aumentar el riesgo hasta 9 en 100.000, sigue siendo una incidencia muy pequeña, pero con un incremento significativo.
¿Cómo pueden cuantificar el riesgo?
El experimento sería hacer una prueba de control al azar donde puedes conseguir un grupo de personas que no utilicen teléfonos móviles darle teléfonos a la mitad de ellos y forzar a la otra mitad a no usarlos luego seguirlos durante 20 años y ver cuántos desarrollan glioma. Necesita cientos de miles y hasta millones de participantes debido a la rareza de este tipo de tumores.
Con este experimento virtualmente todos tienen un teléfono celular es decir existen más teléfonos móviles que personas en la tierra existen más personas con acceso a un teléfono móvil que con acceso a un baño. Entonces la mejor manera de hacer este experimento sería con un estudio observacional prospectivo, en el que tomes un grupo de personas las observes durante décadas, monitores el uso del teléfono y luego verás cuántas personas desarrollaron glioma y las correlaciones con el uso del teléfono. El problema es que las personas utilizan sus teléfonos de formas muy diferentes y no solo como teléfono. Además existe un problema de escala aún si pudiese seguir a 50.000 personas durante 10 años esperarías observar unos 20 gliomas y no es suficiente para detectar diferencias entre los grupos.
La tercera opción es hacer el experimento con un estudio de control de casos donde puedas juntar un grupo de personas que tienen tumores, esos serán los casos y encontrar un grupo demográficamente similar, que no tenga tumores cerebrales, esos serán tus controles. Luego les preguntará sobre sus comportamientos durante las últimas décadas y verá si hay marcadas diferencias entre los grupos, por ejemplo: ¿los que desarrollaron tumores utilizaban más sus teléfonos que el control?, el estudio sueco fue uno de los tres estudios de casos de control a gran escala pero existen dudas sobre si este estudio tiene fallas metodológicas, porque en retrospectiva si tienes un tumor podrías recordar haber utilizado el teléfono más de lo que lo hiciste y si no lo tienes podrías recordar haberlo usado menos.
Los mayores estudios actuales
Han surgido algunos estudios prospectivos incluyendo unos en Dinamarca, en donde se incluyó a casi toda la población danesa y sus registros de telefonía y encontraron que no existe un vínculo entre el uso del teléfono y la incidencia del cáncer cerebral.
Otro estudio que incluyó casi un millón de mujeres en el Reino Unido, nuevamente no encontró conexión.
La metodología final
Una solución es que podemos observar la tasa de cáncer cerebral sobre la población total y si existe una conexión esperaríamos que esa tasa aumente. La tasa no aumentó. Si el estudio sueco fuesen correctos entonces el índice de glioma tendría que ser un 40% mayor de lo que es es. Es muy poco probable que los teléfonos celulares realmente causen cáncer cerebral y si lo hacen los efectos tardarían décadas en evidenciarse o el aumento del riesgo sería muy pequeño