Una investigación exhaustiva, publicada en mayo de 2023, ha revelado que el núcleo interno de la Luna es, en realidad, una esfera sólida con una densidad similar a la del hierro. Este hallazgo pone fin a un largo debate sobre si el núcleo interno lunar es sólido o líquido, y promete proporcionar una comprensión más precisa de la historia lunar y, por extensión, de la del Sistema Solar.
La investigación sobre el interior de la Luna
El equipo de investigación, liderado por el astrónomo Arthur Briaud del Centro Nacional Francés de Investigación Científica en Francia, señaló en sus resultados que «cuestionan la evolución del campo magnético de la Luna al demostrar la existencia del núcleo interno y respaldan un cambio significativo en la comprensión global del manto lunar». Este hallazgo aporta información valiosa sobre la cronología del bombardeo lunar en los primeros mil millones de años del Sistema Solar.
La forma más efectiva de explorar la composición interna de los objetos en el Sistema Solar es a través de datos sísmicos. El estudio de cómo las ondas acústicas generadas por los temblores se propagan y reflejan en el material dentro de un planeta o luna permite a los científicos crear un mapa detallado de su interior.
Aunque contamos con datos sísmicos lunares recopilados por las misiones Apolo, su resolución no era suficiente para determinar con precisión el estado del núcleo interno. Si bien se sabía que había un núcleo externo líquido, su composición interna seguía siendo objeto de debate. Los modelos que consideraban un núcleo interno sólido y otro completamente líquido eran igualmente compatibles con los datos de Apolo.
Para resolver este enigma de una vez por todas, Briaud y su equipo reunieron datos de misiones espaciales y experimentos de alcance con láser lunar para crear un perfil detallado de varias características de la Luna. Esto incluyó la medición de la deformación lunar causada por su interacción gravitatoria con la Tierra, la variación en su distancia a la Tierra y su densidad.
El resultado de la investigación
El equipo de investigación realizó modelos con varios tipos de núcleos para determinar cuál se ajustaba mejor a los datos observacionales. Descubrieron que los modelos más coherentes con lo que ya se sabe sobre la Luna sugieren que hay un proceso de vuelco activo en las profundidades del manto lunar. Esto implica que el material más denso en el interior de la Luna tiende a descender hacia el centro, mientras que el material menos denso asciende hacia la superficie. Esta actividad se ha propuesto como una explicación para la presencia de ciertos elementos en las regiones volcánicas de la Luna, y la investigación del equipo refuerza esta idea.
Además, encontraron que el núcleo lunar es similar al de la Tierra, con una capa externa líquida y un núcleo interno sólido. Según sus modelos, el núcleo externo tiene un radio de aproximadamente 362 kilómetros, mientras que el núcleo interno tiene un radio de alrededor de 258 kilómetros. Esto equivale a aproximadamente el 15% del radio total de la Luna.
El equipo también determinó que el núcleo interno tiene una densidad de aproximadamente 7.822 kilogramos por metro cúbico, muy similar a la densidad del hierro.
Estos resultados respaldan hallazgos anteriores, como los obtenidos en 2011 por un equipo dirigido por la científica planetaria de la NASA, Renee Weber, que utilizó datos del Apolo para estudiar el núcleo lunar y encontró evidencia de un núcleo interno sólido con características similares.
Estos descubrimientos tienen implicaciones significativas para comprender la evolución de la Luna, incluyendo su antiguo campo magnético y por qué desapareció. Con la posibilidad de futuras misiones a la Luna, es probable que se obtengan más datos sísmicos para confirmar estos hallazgos en un futuro cercano.