Descubre 6 de los peores experimentos que se realizaron en la Unidad 731, un grupo de investigación y desarrollo de armas biológicas llevadas a cabo por el Ejército Imperial Japonés durante la 2ª guerra mundial.
La segunda guerra mundial fue un gran caos para la humanidad, miles de muertes cada día, países armándose fuertemente para atacar y defenderse de los enemigos, decenas de experimentos humanos brutales que acabaron con la vida de cientos de personas en terribles circunstancias. Todos conocen las atrocidades de los nazis, pero los japoneses llevaron los experimentos un paso más allá.
Pruebas de congelación
Yoshimura Hisato, fisiólogo asignado a la Unidad 731, se interesó especialmente por la hipotermia. Buscaba realizar estudio de las lesiones en extremidades con el frío, para ello tomo varios prisioneros y les metía el brazo o pierna en una bañera llena de hielo durante varios minutos. Con esto lograba que la extremidad se congelara hasta formar una capa de hielo en la piel.
Uno de los testigos comentó que las extremidades hacían un ruido terrible, como el de la madera al ser golpeadas. Hisato también trato de buscar el método descongelar rápidamente las extremidades, ya sea rociando con agua muy caliente la parte congelada, dejando al prisionera cerca del fuego o dejarle sin atender para ver como la propia sangre se descongelaba.
Disección de presos conscientes
El Escuadrón 731 investigó sobre como afectaban las enfermedades y lesiones a las personas. Sin embargo, decidieron hacer estas investigaciones diseccionando personas vivas. Al principio se trataba de voluntarios del ejército japonés, pero a medida que las investigaciones iban más allá empezaron a tomar prisioneros.
En este punto comenzaron a mutilar cuerpos humanos sin anestesia y así estudiar el funcionamiento del sistema. Infectaron a los prisioneros con diferentes enfermedades como la peste o la cólera, ya sean niños, mujeres, ancianos… Les extirpaban los órganos antes de fallecer para seguir estudiando la enfermedad después de la muerte.
También a algunos prisioneros se les llegó amputar extremidades y se las cosieron en otra parte del cuerpo, se les cortaba la circulación de la sangre en una extremidad, se les ponían inyecciones letales…
Pruebas de armas
Para comprobar la eficacia de las armas, se reunían a varios prisioneros en un campo de tiro y se les disparaba desde diferentes distancias y armas. Después se tomaba el cuerpo del prisionero y se estudiaba el patrón de las heridas.
También se experimentaban como cuchillos o bayonetas, donde los prisioneros estaban atados. Otras veces experimentaban con lanzallamas, cámaras de gas, se les lanzaba objetos pesados sobre los prisioneros. Se les dejaba expuestos prolongadamente a los rayos X, esto esterilizó y mató a miles de participantes en la investigación.
Experimentos sobre la sífilis
El estudio de enfermedades venéreas como el sífilis también fue estudio de los militares japoneses. Para hacer estos estudios los médicos del Escuadrón 731 infectaron a los prisioneros y los retuvieron para ver como evolucionaba la enfermedad y experimentaban con químicos para ver su reacción.
Se dice que para realizar la transmisión del virus de forma natural obligaban a prisioneros con dicha enfermedad que violaran a otros compañeros, tanto mujeres como hombres.
Experimentos con embarazas
Además de forzar a hombres para violar a otras mujeres y transmitirles enfermedades venéreas. Muchas mujeres quedaban embarazadas de forma forzada y fueron utilizadas por los médicos para varios estudios.
Se utilizaba armamento militar, agresiones, armas químicas contra embarazadas para luego estudiar el estado del feto. Con esto pretendían saber como evoluciona el feto cuando la madre ha fallecido o tiene enfermedades graves.
Desconocía estas historias, realmente interesante lo que pasaba en el otro lado del mundo.