Ocurrió en Australia Occidental, una chica llamada Jemma Lilley tomó un cable para estrangular a un adolescente autista, y luego le asestó varias apuñaladas hasta matarlo. La razón es que la chica tenía una lista de deseos, entre ellos el asesinato.
El pasado de Jemma Lilley
Jemma Lilley demostró una gran admiración por la violencia y asesinos en serie desde que era muy joven. Su familia no le dio importancia ya que creía que se debía a los malos de su madre y le ayudaban a dejar de estar frustrada. Fue diagnosticada con dislexia y autismo a los 6 años, a medida que creció empezó a tener esa fascinación por los asesinos llegó a escribir una novela y coleccionaba cuchillos carniceros.

Con 18 años se mudó a Perth (Australia) trabajando como tatuadora y se casó con un hombre gay para conseguir la residencia, pero su «marido» murió 2 años más tarde. Luego de otros 2 años conocería a Trudi Lenon era amiga del mejor amigo de su exmarido. Se hicieron tan amigas que vivieron juntas en la casa de Lilly.
En una conversación en línea mantenida el 31 de mayo de 2016, Lilley y Lenon se dijeron mutuamente que estaban «preparadas» para cometer un asesinato. Durante esas semanas se registraron varias compras como una sierra circular, acetona, lejía, 100 litros de ácido clorhídrico.
El deseo de asesinar
Cuando ocurrió este hecho Jemma Lilley era una mujer de 26 años nacida en Reino Unido que compartía piso con otra mujer en Australia. Su compañera, Trudi Lenon, llevó a casa a Pajich, un amigo de uno de los hijos de Lenon. Ambas estaban compinchadas para cometer este homicidio.

A los pocos minutos de que el chico llegará a casa Lilley tomó un cable para estrangularlo, sin embargo, este se rompió y Lilley tomó un cuchillo donde lo apuñaló varias veces hasta matarlo. Enterraron el cuerpo en una fosa poco profunda en su propiedad y cubrieron el lugar con hormigón y baldosas.
Los padres del chico llamaron a la policía tras no volver a casa. Las investigaciones llevaron a una llamada con respuesta desde un teléfono de Lenon. Las imágenes también captaron como fueron a recoger a Pajich en coche y también como entreban en casa esa misma mañana. Por tanto no había dudas las principales sospechosas eran Lenon y Lilley, por eso se acercaron a su casa y desenterraron las baldosas donde hallaron el cadáver del adolescente con varias heridas de arma blanca.
Juicio hacia la asesinas
Ambas fueron acusadas de asesinato, pero se declararon no culpables en el Tribunal de Magistrados de Stirling Gardens. Los jueces pudieron escuchar las llamadas telefónicas de Lenon a Pajich además de las imágenes captadas por la cámara de CCTV.

Lenon admitió que había invitado a Pajich a la casa, pero dijo que no pensaba que lo mataran, ella fue testigo del asesinato y ayudó a Lilley a ocultar pruebas pero no colaboró en el asesinato. Lilley confesó quería matar a una persona para «tachar un asesinato de su lista de deseos» antes de cumplir los 25. El 28 de febrero de 2018, ambas fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 28 años.