El cuerpo humano es una máquina super eficaz que a lo largo de los años se va degradando, como cualquier otra máquina que trabaja día y noche. Pero a diferencia de una máquina o aparato eléctrico, no se puede arreglar con tanta facilidad.
Una máquina que se descompone, es cuestión de solo cambiar la parte mecánica o eléctrica por una nueva. Pero en el caso de un humano no es tan sencillo y requerimos de un proceso llamado «trasplante».
¿Qué es un trasplante?
Es procedimiento donde se implanta un órgano o un tejido de un donante a un receptor. Los trasplantes se pueden dividir en tres categorías: trasplante de órganos, tejidos o células. Los trasplantes de órganos son intervenciones quirúrgicas, complicadas mientras que los tejidos y células se hacen mediante inyecciones.
Procedimientos para un trasplante de órganos
Todos podemos ser donantes, incluso si tienes una enfermedad, una condición de salud vivo o muerto puedes ser elegible para donar. Los médicos examinarán tus órganos y determinarán si son aptos para ser trasplantados. En teoría una persona puede donar seis órganos: su corazón, hígado, intestino, páncreas, pulmón y riñón con los cuales puede beneficiar a ocho personas.
Lo complicado aquí no es por parte del donador sino de quien va a recibir la donación. Para esto el receptor tiene que cumplir una serie de condiciones para ser aceptado en una lista de espera, que dependiendo de donde vive será una espera larga o corta. Una vez que esto ocurra se toma en consideración es muchas cosas para la operación, ya que la compatibilidad entre un donante y receptor viene determinada por diferentes valores. Pero principalmente grupo sanguíneo y factores físicos.
Cosas a tener en cuenta para hacer un trasplante correctamente
El receptor debe recibir un órgano con un grupo sanguíneo compatible, de lo contrario el cuerpo lo va a reconocer como foráneo y lo empezará a atacar. Por otra parte si el órgano que recibe no es proporcionar al que perdió el cuerpo se puede ver en apuros en adaptarse a la nueva circulación. Por lo que es aconsejable encontrar receptores con similitud de peso y edad con el donante.
Desafortunadamente a pesar de encontrar el trasplante perfecto para un receptor se puede dar un rechazo inmunológico, ya que nuestros glóbulos blancos estaban entrenados perfectamente para detectar cosas foráneas en nuestro cuerpo y destruirlas. Para reducir el riesgo y la severidad del rechazo se busca un donante que comparta con él la mayor cantidad de antígenos, pero también el rechazo se puede dar de parte del injerto contra el receptor. Pero este rechazo puede tardar un tiempo en presentarse y se da de una de tres formas:
- Hiperagudo: sucede inmediatamente después de la operación.
- Agudo: suele producirse en los primeros días o en los primeros meses del trasplante.
- Crónico: ocurre en algunos pacientes varios meses o años después del trasplante y cuando se produce suele tener una evolución lenta.
En toda operación de todo tipo siempre existirán riesgos, por esto mismo es muy importante el encontrar donadores y receptores que sean altamente compatibles para evitar problemas.
