Una persona promedio tiene entre 4 y 6 litros de sangre circulando por su cuerpo. La sangre representa del 7% al 8% de la masa corporal en un adulto. Para saber cuál es el total de sangre que tienes basta con sacarle el 7%a tu peso en kilogramos.
Su principal función es transportar el oxígeno y sustancias nutritivas a todas las células, eliminando de ellas el dióxido de carbono y otros desechos que pueden acumularse. Transporta proteínas, grasas y otras sustancias para nutrir el cuerpo. Regula el equilibrio del agua los, iones y la temperatura del cuerpo. Ayuda a defender a tu organismo ya que en ella se encuentran los glóbulos blancos y los anticuerpos.
Sin sangre tu cuerpo batallaría mucho para mantenerse vivo, por eso cuando alguien sufre de una pérdida excesiva de sangre requiere inmediatamente una donación para que el cuerpo no sufra daños irreparables.
¿Es posible donar sangre?
Donar sangre es una labor sencilla, una persona promedio puede donar entre 1 litro y 1,5 litros de sangre cada ocho semanas. El problema regularmente está de parte de quien va a recibir la donación porque existen ocho tipos de grupos sanguíneos de los cuales los cuatro principales son: A, B, AB y O.
Dependiendo a qué grupo pertenezcan podrás recibir o donar sangre a ciertas personas, esto se debe a unas proteínas llamadas ‘antígenos’ que se encuentran en la membrana del glóbulo rojo y sirven como identificadores para que los glóbulos blancos reconozcan que pertenecen al organismo y no los ataquen. Los antígenos más comunes son los A y B, que son los que dictarán qué tipo de sangre tendrás.
¿Qué tipos de sangre existen?
Podemos obtener ocho grupos sanguíneos de dos proteínas, gracias a la genética. Existen tres alelos que dictaran que antígenos se van a desarrollar en tu cuerpo. Un alelo es una variación que puede tener un gen, en este caso el alelo A y el alelo B y el alelo O.
- Si tienes A, vas a desarrollar antígenos A y anticuerpos B.
- Si tienes B, vas a desarrollar antígenos B y anticuerpos A.
- Si tienes O, no vas a desarrollar antígenos A ni B, pero si anticuerpos A y B.
Los alelos A y B son dominantes, mientras el alelo O es recesivo. Con esta información podemos predecir qué tipo de sangre tendrá un recién nacido:
- Si los padres son del tipo A, el hijo será A
- Si los padres son del tipo B, el hijo será B
- Si los padres son A y B, el hijo será AB ya que ambos alelos son dominantes.
- Si uno de los padres tiene O, el padre con el alelo dominante dictará el tipo de sangre del hijo
- Si ambos padres son O, el hijo será O.
Al momento de una transfusión se tiene que tener en cuenta el tipo de sangre, ya que si un A recibe un B o viceversa, los anticuerpos van a atacar causando que la sangre se coagule y haga daño al paciente. Pero en el caso de que el paciente sea AB puede recibir sangre A y B ya que el organismo no tiene anticuerpos para esos grupos haciendo ese tipo de personas receptores universales de sangre. En el caso de que una persona sea O, su sangre no contiene antígenos haciéndolos donadores universales, pero su organismo contiene los anticuerpos a A y B haciéndolos incapaces de recibir esos tipos de sangre.
El factor Rh
Pero no sólo tenemos que fijarnos en el grupo sanguíneo para recibir sangre. También es importante el factor Rh+ y Rh-, que hace referencia al antígeno D. Si eres Rh negativo significa que no tienes el antígeno D y si eres Rh positivo significa que si lo tienes. Este factor impide ciertas transfusiones de sangre entre donadores y receptores, pero es más peligroso en el caso de un embarazo ya que si la madre es Rh negativa y el bebé Rh positivo la madre puede generar anticuerpos que atacarán al bebé.
Este factor Rh complica las cosas para las donaciones pero todos los pacientes con Rh positivo pueden recibir sangre Rh positivo y Rh negativo. Por otro lado los pacientes Rh negativo pueden recibir Rh negativo solamente. Existe la posibilidad de que puedan tolerar sangre Rh positivo pero sólo una vez, después de esa donación su cuerpo genera los anticuerpos haciendo imposible la donación Rh positivo en el futuro.
