Hace unos años el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió a todos al anunciar que estaba interesado en comprar Groenlandia durante su mandato. Y aunque puede parecer una locura, esta idea podría ser menos extravagante de lo que parece, aunque tendría varios inconvenientes que resolver.
¿Se puede comprar Groenlandia?
Groenlandia es un territorio que tiene varios atractivos. Se trata, en primer lugar, de la isla más grande del mundo. Tiene una de las menores densidades de población del mundo, ya que viven solo 56.000 personas.
Administrativamente pertenece al Reino de Dinamarca, pero tiene su propia autonomía. Desde Copenhague solo se encargan de las relaciones exteriores, la defensa y la política financiera. Además, otorgan un subsidio de más de 600 millones de dólares por año a la administración de la isla.
El atractivo de Groenlandia
Cuenta con grandes reservas de recursos naturales que aún no fueron explorados. Plomo, oro, zinc, diamantes, cobre y uranio podrían encontrarse allí. También podemos hallar los llamados elementos de tierras raras, que se suelen usar como insumo para automóviles eléctricos y teléfonos móviles… Varios de estos elementos Estados Unidos los suele obtener gracias a China. Pero en medio de las disputas crecientes entre ambos países no está nada mal depender menos del país
asiático. Su ubicación también es interesante. A partir del calentamiento global, se está derritiendo el hielo de su superficie, que se hace más habitable y pone a disposición más recursos. Eso hace que las rutas marítimas del Océano Ártico se están volviendo navegables en verano.
Entonces, ¿Se puede comprar un país?
Estados Unidos ya compró territorios en el pasado. Por ejemplo, Luisiana a Francia en 1803 por 15 millones de dólares, que equivalen a unos 200 millones actuales. También compró la península de Florida a España, por 5 millones. Ambos países europeos estaban ya en retirada de esas colonias y no controlaban del todo la situación.
En 1867, Estados Unidos le compró Alaska a Rusia por 7,2 millones de dólares, lo que equivale a unos 125 millones actuales. Es considerado uno de los grandes errores de la geopolítica rusa, ya que Estados Unidos sumó poder y accedió a recursos por un precio que hoy resulta irrisorio.
Entonces podemos comprobar que se puede comprar territorios. Pero no es nada fácil, por un lado hablamos de países que utilizan su capital para adquirir terrenos y expandir su superficie. En el caso de una persona jurídica esto podría ser más complicado, pues no posee un país como tal.
Problemas para comprar un país
Entonces deberías de comprar un terreno e independizarte, pero para ello necesitas la aprobación del país al que pertenece ese territorio y la aprobación de la gente que habite en él (si vive alguien), pero es que además necesitas la aprobación de demás naciones.
1. Democracia
Lo primero de todo es tener en cuenta el Gobierno de estos países, no puedes comprar un país e imponer tus normas a todo el que vive ahí. Automáticamente te convertirías en un dictador y este sería el primer problema, nadie te permitirá que tengas ese poder. Tal vez en algunos países, en dictaduras, este proceso sea más sencillo, pero estás jugando a que te engañen mucho dinero, no te fíes de un dictador. Pero sea democracia o dictadura el pueblo se puede revelar contra ti.
2. Mucho dinero
Comprar un país no es sólo comprar el terreno, si no todas las infraestructuras, muchas de ellas pagas por ciudadanos, tendrías que pagar mucho dinero y además convencer a toda esa gente de que te vendan su vivienda y tierras, ¿para luego revendérsela? Esto puede provocar que la gente huya del país también pero al menos tienes su aprobación.
Claro que también puedes les convencer en que te acepten como nuevo «Rey», pero si no hay dinero por medio será difícil que te acepten.
3. Problemas internacionales
Tienes tu territorio y gente viviendo en él, pero ahora deberías de proclamarte como un Estado, pero otros países podrían no reconocerte, tendrías muchos problemas internacionales sobretodo con tus vecinos. Primero habría que analizar la situación y ver si realmente merece ser reconocido, si es un país serio o si tus políticas afectan a otros países gravemente.
4. Empresas
Cuando hay cambios grandes en un Gobierno se crea inestabilidad en la economía, empresarios y autónomos temen por su dinero y negocios. Prácticamente si compras un país eres dueño de todo y tu pones las normas, y aunque tengas muy buenas ideas la verdad es que genera muy poca confianza a la inversión extranjera. Puede haber fuga de empresas y quedarte sin recursos básicos.
En resumen, se puede comprar un país, pero necesitarás mucho dinero y te encontrarás con varios problemas nacionales e internacionales.
Caso Liberland
Existe la opción de comprar territorios a un país, en lugar de todo el país, esto parece más factible. Si hablamos de poco tamaño será más sencillo pero en muchos casos te encontrarás con los problemas mencionados arriba. Lo más sencillo sería comprar una isla, algo que se puede hacer y más sencillo de lo que parece.
En el caso de la República Libre de Liberland, una isla entre Croacia y Serbia deshabitada que ninguno de los dos países decía pertenecerle (aunque legalmente la administra Croacia), un hombre llamado Vít Jedlička proclamó un nuevo Estado en 2015 llamado Liberland, un país anarcocapitalista sin impuestos y cuya moneda es el Bitcoin. Pero apenas existe un reconocimiento de este país para muchos sigue siendo un territorio croata, solo algunos partidos políticos de ideología libertaria apoyan ese país.