Las leyendas de personas que cometen el acto de autoinmolación se remontan a siglos. Se dice que la primera instancia proviene de Sati, una de las esposas del dios hindú Shiva. Según los mitos, se casó en contra de los deseos de su padre y luego se quemó hasta morir después de que su padre insultara a su marido. Esta historia a menudo está relacionada con la práctica de sati, que era una costumbre en algunas partes de la India donde una viuda se quemaba en la pira funeraria de su esposo muerto. La práctica fue prohibida en la India en 1829. La historia a lo largo de los siglos en varias partes del mundo está llena de historias de esposas, consortes y concubinas que fueron enviadas a las llamas, a menudo contra su voluntad, para unirse a algún rey o cacique guerrero fallecido.
El acto de quemarse a lo bonzo más popular
El primer y más famoso momento de autoinmolación como protesta fue el de Thich Quang Duc en 1963. Bajo el gobierno de Ngo Dinh Diem, Vietnam del Sur avanzó en gran medida la agenda de la minoría católica del país y discriminó a los monjes budistas. En uno de los casos más dramáticos de protesta individual, Quang Duc se empapó con gasolina en medio de una calle de Saigón y se prendió fuego.
El periodista David Halberstam, que fue testigo de la autoinmolación del monje y ganó un premio Pultizer por sus historias de guerra, recordó el momento en uno de sus libros, The Making of a Quagmire: «Las llamas venían de un ser humano; su cuerpo se estaba marchitando lentamente, su cabeza ennegreciéndose y carbonizándose. En el aire había olor a carne quemad … Detrás de mí podía escuchar los sollozos de los vietnamitas que ahora se estaban reuniendo. Estaba demasiado conmocionado para llorar, demasiado confundido para tomar notas o hacer preguntas, demasiado desconcertado para siquiera pensar «.
Señal de protesta
Después, cuatro monjes más y una monja se prendieron fuego en protesta por Diem antes de que su régimen finalmente cayera en 1963. De repente, prender fuego se convirtió en un acto político. A medida que la presencia estadounidense aumentó en Vietnam a mediados o finales de la década de 1960, más y más monjes se autoinmolaron, incluidos trece en una semana. Incluso tuvo lugar en los EE.UU., justo afuera del Pentágono, cuando Norman Morrison, un cuáquero estadounidense se quemó hasta morir mientras se aferraba a su hijo como una señal de su rechazo a la guerra de Vietnam. (Su hijo sobrevivió y Morrison fue venerado en Vietnam por su presunto martirio).
La táctica sombría se ha extendido por todo el mundo: los checoslovacos lo hicieron para protestar contra la invasión soviética en 1968; cinco estudiantes indios lo hicieron para protestar por las cuotas laborales en 1990; un monje tibetano lo hizo para protestar porque la policía india detuvo una huelga de hambre contra China en 1998. Los kurdos lo hicieron para protestar contra Turquía en 1999. Los practicantes proscritos de Falun Gong lo hicieron en la Plaza Tiananmen en 2009, al menos según las autoridades de Beijing.
