Las toxinas bacterianas se utilizan en realidad para matar otras bacterias, pero aparentemente los animales se han aprovechado de estas toxinas. Un equipo de investigadores ha encontrado un gen de toxina de origen bacteriano en el genoma de garrapatas comunes.
Obviamente, esta transferencia de genes asegura que la enfermedad de Lyme no se propague de manera crítica en los animales infectados. Hasta ahora, estos casos de transferencia de genes rara vez se han documentado.
Un grupo de investigadores dirigido por Joseph D. Mougous de la Cátedra de Microbiología de la Universidad de Washington ha obtenido nuevos conocimientos sobre la transferencia horizontal de genes.
En un total de seis casos, se pudieron detectar toxinas bacterianas y, por tanto, una transferencia de genes en el genoma de los animales. La detección de genes de toxinas en garrapatas fue particularmente interesante.
Los animales obviamente han hecho uso de toxinas bacterianas para proteger su propio organismo de la enfermedad de Lyme. En la revista Nature , los microbiólogos estadounidenses explican cómo funciona esta transferencia genética.
Las personas tienen menos probabilidades de enfermarse
La borreliosis es una infección bacteriana de la bacteria Borrelia burgdorferi, llamada así por Willy Burgdorfer, quien la aisló por primera vez en 1982. La enfermedad se transmite casi exclusivamente por garrapatas y todavía no hay vacuna disponible. Sin embargo, Borrelia no parece diseminarse en los vectores, lo que probablemente se deba a dichos genes de toxina.
Para asegurarse de que el control de la enfermedad de Lyme se debe a la transferencia de genes, los científicos crearon garrapatas modificadas genéticamente que tenían que prescindir de genes de toxinas. Y de hecho: las garrapatas manipuladas mostraron una propagación significativamente mayor de Borrelia.
Los genes de la toxina en el genoma de la garrapata no solo protegen a los animales. La transferencia de genes también tiene un efecto positivo en los humanos, ya que la probabilidad de infección se reduce significativamente. Los investigadores seguirán investigando el papel de las toxinas en la transmisión de la enfermedad de Lyme.
¿Más transferencias de genes en otros animales?
Según las observaciones realizadas en garrapatas, Joseph Mougous y su equipo consideran que la transmisión de genes bacterianos a animales es más probable de lo que se suponía anteriormente. Iniciará más investigaciones que aborden explícitamente este fenómeno microbiológico.