Una película de 1981 que no tuvo un gran éxito, pero es que además casi 100 personas que participaron en este rodaje tuvieron heridas graves. Esta película tenía desde su inicio la intención de transmitir al espectador los peligros de la caza furtiva de animales salvajes y demostrar como estos animales pueden vivir perfectamente con humanos. Para conseguir transmitir esto al espectador el productor y protagonista de la película, Noel Marshall, llevó a su esposa e hijos para convertirlos en actores de ese rodaje.
Esta película incluye más de 100 animales salvajes reales (sin entrenamiento) con los que grabar, entre ellos leones, tigres y panteras… No hablamos de una película de bajo presupuesto con actores poco conocidos algunos de ellos ya habían participado en obras importantes.
La historia detrás de Roar
Para finales de los años 70 el productor Noel Marshall y su esposa Tippi Hedren viajaban por África descubrieron una especie de cabaña repleta de leones salvajes. Al parecer esto despertó mucha curiosidad sobre el reino animal y los animales salvajes en general y se obsesionaron tanto que se les ocurrió la idea de producir una película con la temática de estos felinos salvajes y de todos animales salvajes peligrosos que hay en África.
Cuando volvieron a su hogar en EE.UU. hablaron con un criador de animales salvajes y les recomendó que si querían hacer esa película tan peligrosa lo primero que tenían que hacer es relacionarse un poco con esa clase de animales salvajes, para ello les dejo un cachorro de león que convivió con ellos durante una temporada. Estuvieron encantados con ese león y después fueron incrementando los leones, llegaron a vivir con 15 leones en casa junto a sus tres hijos. Tuvieron varios accidentes pero nada importante.
Llegó la hora de rodar la película Noel Marshall consigue llevar a cabo la producción, una producción muy cara que supuestamente se tenía que rodar en 11 meses y acabó siendo una producción de 5 años.
¿Cómo fue el rodaje de Roar (El gran rugido)?
Esta producción contaba con 150 animales salvajes: tigres, leones, panteras, incluso un elefante metidos todos en una casa. No hay entrenamiento animal previo, sin montajes y sin efectos especiales. La idea de Marshal era era trasladar al espectador un sentimiento de empatía con los animales y reflejar que se puede convivir perfectamente con animales y esta era la mejor forma de demostrarlo.
Es algo surrealista, lo que era una película que intentaba hacer ayudar a la concienciación ya la empatía del mundo animal. Acaba pareciendo una especie de película de terror.
En la película hay personajes que deben de tenerle miedo a los animales para demostrarles que no hay peligro. Después están otros personajes que están conviviendo con los animales y se supone que no tienen que tener ningún miedo. La realidad es que esos personajes también están aterrorizados con los animales porque es que los actores están asustados con los animales en todo momento.
Ante toda película intentan tener diálogos y están siendo interrumpidos cada poco, ya sea por una pelea entre leones, porque un tigre gigante se le abalanza a uno de los actores sin venir a cuento…
¿Cómo termino el rodaje de la película?
A Noel y a su hijo tuvieron que ponerle un montón de puntos a ambos, a Melanie Griffith un león le metió un zarpazo en la cara y por eso le tuvieron que hacer la cirugía facial y a Tippi Hedren se cayó de un elefante y se gangrenó la pierna con con el tiempo.
Hubo otros numerosos ataques, algunos acabaron en rasguños y otros acabaron en cosas más graves. Lo más impactante de todo es que hay escenas donde hubo accidentes fatales que se pueden ver en la película. La película incluso a pesar del morbo que provoca fue un auténtico fracaso, intenta hacer una película seria y no tiene ningún sentido es completamente absurda.