Desde los días de Darwin, a más tardar, la humanidad ha estado intrigada por las vidas extremadamente diferentes de los habitantes humanos y animales de la tierra. Pero ahora parece que la solución a esta pregunta tiene razones evolutivas y el secreto de una vida humana extremadamente larga se adormece en nosotros.
Según las encuestas actuales, la esperanza de vida media en Europa para los hombres es de 77 años y para las mujeres de casi 83 años, en comparación con muchas otras partes de nuestro planeta, donde la esperanza de vida media es de entre 40 y 50 años, parece ser una edad muy avanzada.
Mirando hacia atrás en la historia de la humanidad, la esperanza de vida de todos nosotros ha aumentado significativamente en este siglo y en el pasado. Pero ahora los científicos estadounidenses quieren rastrear la fuente de una vida extremadamente larga, al menos en teoría.
¿Está en nuestras manos una larga vida?
Un equipo de científicos del Instituto de Sistemas Complejos de Nueva Inglaterra, encabezada por la física y científica de sistemas Yaneer Bar-Yam, explica en un nuevo trabajo de tesis que no existen límites reales para la vida humana en sí misma. Solo la evolución, es decir, nuestro destino biológico, asegura que muramos.
«Si la evolución determina nuestra esperanza de vida, entonces podemos cambiarla interviniendo en el mecanismo», Bar-Yams son palabras claras sobre el tema. El equipo también sabe cómo utilizar ejemplos concretos del reino animal. Por ejemplo, los calamares hembras mueren después de poner sus huevos.
Sin embargo, si se extraen ciertas glándulas de un octópodo hembra, el proceso de envejecimiento desencadenado biológicamente no surte efecto. En lugar de darse por vencido poco después de completar la tarea evolutiva de la reproducción, continúa durante mucho tiempo después.
“Es bastante concebible que la esperanza de vida de las personas se pueda multiplicar por cinco, incluso diez veces”, explica Bar-Yam. Su atrevida afirmación se basa en un modelo matemático novedoso. En esto, el reconocido investigador celular y científico de sistemas, junto con su equipo, examinaron cuidadosamente los procesos de envejecimiento y muerte de varios seres vivos.
La conclusión no es nueva: “Si las condiciones son malas, la vida útil disminuye. La limitación de espacio y recursos (tiene) una fuerte influencia en la vida útil de una población (…) No hay razón para que la vida, como todavía creemos, tenga un límite claramente establecido”.
Un reclamo controvertido
Bar-Yam no encuentra ninguna solución real en su trabajo de tesis. Sin embargo, no ve esto como su tarea en absoluto. Más bien, quiere proporcionar elementos claros para la reflexión y dejar en claro que, en última instancia, somos responsables de nuestra propia vida y de su duración. El proceso de envejecimiento en los seres humanos es en realidad un mecanismo obsoleto.
La nueva publicación no es la única, y ciertamente no la última, espectacular tesis que hace Bar-Yam. El científico ya ha enfrentado críticas varias veces en el pasado. Desde hace algún tiempo, la crítica lo acusa de desperdiciar fondos de investigación con sus controvertidos proyectos, ya que Bar-Yam sabe presentarse de manera efectiva y así conseguir apoyo para sus proyectos en lugar de liberar este dinero para otros temas posiblemente importantes.
Sin embargo, Bar-Yam también ofrece a cualquiera que refute sus tesis una «recompensa» de 20.000 dólares estadounidenses. Hasta ahora, ni siquiera ha tenido que pagar esa cantidad.