Elisabeth Fritzl pasó 24 años en cautiverio, confinada en un sótano improvisado y torturada repetidamente a manos de su propio padre, Josef Fritzl.
La historia de Elisabeth Fritzl
Ella vive con su familia, con papa Josef y su mamá Rosemarie, tenía dos hermanos y cuatro hermanas. Eran una familia bastante grande pero su vida familiar era caótica. Se cree que su papá comenzó a abusar de ella cuando tenía tan sólo 11 años, tampoco se sabe con certeza si su papá también abusó de sus otras hermanas.
A los 15 años Elisabeth comenzó a tomar cursos para ser camarera, ella solamente quería cualquier trabajo que pagara lo suficiente para salirse de su casa y ser libre y así alejarse completamente de su padre. En enero de 1983 se escapó con una amiga sus papás llamaron a las autoridades para reportarlo y la policía la encontró 3 semanas después para después regresar a su casa.
Esto fue muy difícil para Elisabeth porque se había escapado porque no le gustaba estar con su familia específicamente con su papá porque el trato que le daba. Elizabeth siguió tomando sus cursos y al año siguiente se graduó. Ella estaba feliz por esto y emocionada por qué actualmente le habían ofrecido un trabajo que estaba en otro pueblo lo cual significaba que por fin se alejaría de su padre; o eso creía ella.
Desafortunadamente el 28 de agosto de 1984 su padre la encerró en el sótano de su propia casa. Nadie de la familia le cuestionaba porque estaba tanto tiempo en el sótano, él ya planeaba encerrar a su hija desde hace meses, remodeló el sótano para que ella pueda vivir ahí. La forma en la cual la secuestró fue que le pidió ayuda para poner la puerta, Elisabeth no pensó nada malo de esto, pensó que simplemente le estaba ayudando con su remodelación. Mientras ella sostenía la puerta él estaba asegurando sin que ella supiera que sería la puerta que la tendría encerrada por tantos años cuando la puerta quedó lista su padre agarro una toalla que traía un químico se lo puso en la cara y se quedó inconsciente.
¿Cuándo se dio cuenta familia que faltaba Elisabeth?
Al parecer nadie de su familia se dio cuenta de que Elisabeth y su padre habían bajado al sótano porque nadie cuestiona nada cuando solo su papá subió sin Elisabeth. De hecho no se dieron cuenta de que ella faltaba hasta tarde en la noche cuando su mamá estaba muy preocupada porque no llegaba a casa asumiendo que Elisabeth había salido. Pasaba el tiempo y ella no regresaba, normalmente tenía permiso para estar pero no tanto tiempo. Entonces la madre llamó a la policía y reportó su desaparición. Como el año pasado tuvo un incidente similar, su caso no tuvo seriedad para la policía.
El plan de Josef estaba saliendo a la perfección, incluso empezó a inventar como que Elisabeth quería unirse a un culto religioso. La policía y la familia de Elisabeth estaban un poco inseguros de que ella dijera eso. Ya que sólo se lo haya mencionado a su padre y a nadie más (ni a su hermanas). Josef recibió una carta de su hija donde decía cosas como «No quiero vivir ahí, ahora soy feliz y soy libre», no especificaba la dirección de la carta y le pedían que no las buscaran o deberían de irse del país. Nadie se cuestionó de si esto era real o no porque ella ya se había escapado anteriormente y la letra era la de ella, porque su padre la obligó a escribirla
La vida de Elisabeth en el sótano
Los dos primeros años su padre bajaba poco, le daba escasa comida, a veces se quedaba con ella y la agredía. Se quedó embarazada, pero tuvo un aborto espontáneo, sin ayuda médica. Pero dos años más tarde se embarazó de nuevo y en 1988 tuvo su primera hija llamada Kerstin. Tuvo 7 hijos, pero uno de ellos falleció poco después de nacer por problemas respiratorios.
El espacio del sótano era pequeño para vivir con sus 6 hijos. Entonces Josef pensó en llevar a 3 niños arriba, y los otros tres se quedarían con la madre. Los puso a fuera de la casa con una carta de Elisabeth para que su madre los vea, en la carta le pedía a su madre que mantuviera esos niños, ya que ella no podía. Obviamente la madre aceptó, eran sus nietos y llevaba años sin ver a su hija. Y esperaba que ella regresara para recoger a los bebés. Aún no había espacio y obligó a los niños y a su hija a expandir el sótano y se crearon varias habitaciones, baños y comedor. Todo a pruebas de sonido.
El plan de Josef funcionaba pasaban los años y nadie se percató. En 2008, Kerstin la hija el Elisabeth tenía 19 años y enfermó gravemente, quería que la llevará al hospital pero Josef se negaba. Finalmente Josef aceptó, pero con condiciones, no puede hablar del sótano ni nada relacionado. Llamó a la ambulancia y la adolescente se veía muy delgada (desnutrida) y pálida (nunca tomó el Sol), los médicos y la policía le preguntaban pero ella no decía nada. Kristen no veía a Josef como alguien malo, su madre nunca les contó nada, creían que era algo normal estaba totalmente manipulada.
Empieza la investigación
El caso de la niña Kerstin puso la voz de alarma y no se encontraban datos de ella, nadie la conocía. La única prueba era la llamada de Josef, entonces le investigaron. Comenzaron a leer las cartas que supuestamente Elisabeth les había dejado a los Fritzl y empezaron a ver inconsistencias en ellas. Josef fue presionado y Elisabeth que tenía una TV en el sótano se enteraba de lo que pasaba con su hija.
Elisabeth salió por primera vez en 24 años para recoger a su hija, pero no se la entregaron porque no podrían comprobar que fuera su hija. Entonces la policía se la llevó para interrogarla. Tenía miedo, no quería contar nada, pero después de tanta presión les contó todo y se le prometían protección contra su padre.
Esa noche arrestaron a Josef y liberaron a los niños en el sótano. La madre Rosemarie huyó de la casa con los hijos de Elisabeth, pero lo hizo porque estaba asustada. Sentenciaron a Josef a condena perpetua por todos los crímenes cometidos. Y Elisabeth y sus hijos se les dios protección, se cambiaron de identidad, recibieron ayuda psicológica y cambiaron de país.