Su nombre es Choi Gap-Bok y consiguió escapar de una prisión de Corea del Sur utilizando crema para colarse entre barrotes de 15 centímetros
La historia Choi Gap-Bok
Antes de ganar notoriedad por su asombrosa fuga de la prisión en la que estaba recluido, Choi Gap-Bok se desempeñaba como un respetado instructor de yoga en Corea del Sur, habiendo practicado esta disciplina durante veintitrés años.
Sin embargo, su vida dio un giro drástico a los cincuenta años, cuando fue acusado y posteriormente condenado por robo, aunque no permaneció en prisión por más de cinco días en realidad. Su entrada en prisión ocurrió el 12 de septiembre de 2012, y para sorpresa de muchos, el 17 de septiembre ya se había escapado. La forma en que logró su fuga es lo que lo hizo famoso.
Desde el principio, Choi se preparó meticulosamente para su evasión. Durante varios días, aplicó cremas y aceites por todo su cuerpo, con la intención de estar lo suficientemente lubricado como para deslizarse entre los barrotes de su celda. Eligió una apertura que le pareció adecuada para su flexibilidad, que resultó ser la abertura por la cual le entregaban la comida, una rendija de tan solo 15 centímetros de alto por 45 centímetros de ancho, lo cual era bastante estrecha.
La fuga del profesor de yoga
De acuerdo con la información proporcionada por la policía, se cree que el maestro de yoga logró pasar por ese estrecho espacio en poco más de 30 segundos, una hazaña que lo catapultó a la fama. Lo increíble de la historia es que llevó a cabo esta fuga mientras tres de los funcionarios de prisiones estaban dormidos.
Además, para evitar llamar la atención durante los minutos cruciales de su escape, dejó unos cojines en su cama que simulaban la forma de un cuerpo humano, con el fin de mantener a los oficiales de seguridad de la prisión distraídos mientras él se alejaba descalzo de la cárcel.
Lograr escapar de una celda basándose únicamente en la flexibilidad y el uso de aceites es una tarea sumamente desafiante. Sin embargo, lograr escapar de una prisión es aún más complicado.
Choi Gap-Bok huye de las autoridades
Choi Gap-Bok logró realizar ambas hazañas y, después de su fuga, optó por ocultarse para evitar ser recapturado. Antes de desaparecer, ingresó a una vivienda cercana que encontró en su camino, donde sustrajo las llaves de un vehículo y una tarjeta de crédito.
En un principio, emprendió la huida en el automóvil, pero al percatarse de que la policía había establecido puntos de control, abandonó el vehículo y continuó su escapada a pie en dirección a un monte cercano.
Durante varios días, logró eludir a las autoridades en medio de las montañas, desplazándose principalmente de noche para evitar ser detectado durante las mañanas. La policía había implementado una extensa vigilancia mediante helicópteros, perros y vehículos.
En el transcurso de su evasión, Choi llegó a la ciudad de Miryang, ubicada al sur del país. Allí fue visto por algunos vecinos que, al reconocerlo, informaron a la policía. Cabe mencionar que uno de estos vecinos sufrió un robo por parte de Choi, quien se llevó incluso paquetes de ramen para subsistir.
En una nota que dejó a uno de sus víctimas, Choi se disculpó y se identificó como «el ladrón Choi», dejando claro su involucramiento. Siguió huyendo hasta que finalmente se refugió en la azotea de un edificio en Miryang, ocultándose en una caja para evitar ser detectado por los helicópteros.
Sin embargo, su suerte llegó a su fin, ya que finalmente fue descubierto y arrestado nuevamente cinco días después de su fuga, el 22 de septiembre. En esta ocasión, no había barrotes que le aseguraran una vía de escape.
