Hace unos 10 millones de años, el megalago del Mar de Paratethys (el mayor lago de la historia de la Tierra) cubría un área mayor que el tamaño del actual Mar Mediterráneo. En un mapa moderno, se extendería desde los Alpes por encima de Italia hasta Kazajistán en Asia central.
¿Por qué desapareció este lago y que impactos tuvo?
Hasta ahora, poco se sabía sobre el flujo y reflujo del Mar de Paratethys durante su vida, pero un nuevo estudio identifica cuatro ciclos cataclísmicos, impulsados por el clima, que redujeron el lago y muy probablemente acabaron con un número importante de las especies que vivían en él. En su punto máximo de capacidad, habría cubierto un área de unos 2,8 millones de kilómetros cuadrados, conteniendo más de 10 veces la cantidad de agua que se encuentra en los lagos del planeta en la actualidad.
La vida acuática en el Mar de Paratethys era única, abarcando desde moluscos y crustáceos hasta pequeñas ballenas y delfines que evolucionaron para adaptarse a su restringido entorno. Sin embargo, al bajar el nivel del agua y subir el de la sal, muy pocas de estas criaturas habrían sobrevivido, dicen los investigadores.
Evolución de la desaparición del lago
La bajada más grave fue la última registrada, hace entre 7,65 y 7,9 millones de años, denominada anteriormente la Gran Sequía de Kherson. Durante este episodio, el nivel de agua del Mar de Paratethys se desplomó hasta 250 metros, separando el megalago en mini-lagos que, en ocasiones, habrían sido tóxicos para la mayoría de la vida acuática.
Según los cálculos de los científicos, el megalago podría haber perdido hasta el 70% de su superficie y hasta un tercio de su volumen durante estos periodos de sequía.
Creado a partir de los cambios tectónicos y la elevación de las montañas centroeuropeas, el Mar de Paratethys habría sobrevivido durante unos 5 millones de años en total, según muestra el registro geológico, antes de que las alteraciones del paisaje hicieran que se drenara hacia el Mediterráneo.
Otro estudio reciente muestra cómo el descenso del nivel del agua en torno al Mar de Paratethys convirtió las costas en praderas, proporcionando también un terreno fértil para la evolución de las criaturas terrestres. De hecho, es probable que la diversidad de la sabana africana se deba a las migraciones provocadas por los grandes periodos secos de esta época.