En la película «Rain Man«, Dustin Hoffman representa a un individuo autista dotado de una asombrosa capacidad para recordar detalles minuciosos, contar instantáneamente cientos de palillos caídos y llevar a cabo otras proezas mentales impresionantes. Sin embargo, aunque esta película sigue siendo muy popular, es posible que muchos no estén al tanto de que el personaje interpretado por Hoffman está basado en una persona real: Kim Peek, el auténtico «Rain Man».
La vida de Peek resultó ser aún más extraordinaria de lo que sugiere la película. Al nacer, ya poseía un cerebro verdaderamente excepcional, que carecía del conjunto de fibras nerviosas que normalmente conectan ambos hemisferios cerebrales. A medida que creció, esta peculiaridad anatómica le llevó a desarrollar habilidades sorprendentes.
La historia de Kim Peek
Cuando Kim Peek tenía tan solo dos años, ya demostraba la capacidad de memorizar grandes cantidades de información y una habilidad poco común para leer libros a una velocidad extraordinaria. En su caso, esta destreza se debía en parte a la habilidad de leer dos páginas simultáneamente, una con cada ojo. A lo largo de su vida, Peek empleó este método para la lectura de manera constante.
Esta particularidad, combinada con su prodigiosa capacidad para retener información, lo convirtió en una especie de enciclopedia ambulante. Un ejemplo de esto era su habilidad para proporcionar direcciones detalladas para llegar a ciudades de todo el mundo, basándose en mapas que había consultado solo una vez.
Además, el auténtico «Rain Man» era extraordinario en realizar cálculos mentales relacionados con calendarios. Por ejemplo, le podías proporcionar cualquier fecha en la historia, y él era capaz de decirte en qué día de la semana coincidió. A menudo, sorprendía a desconocidos al decirles en qué día de la semana habían nacido según su fecha de nacimiento, así como algunos de los eventos más notables que ocurrieron en ese día.
¿Qué le dio Kim Peek sus increíbles habilidades?
Los investigadores han propuesto que la falta de conexión entre los hemisferios cerebrales en el nacimiento de Kim Peek le otorgó la capacidad de procesar una cantidad excepcional de información al mismo tiempo. No obstante, en contraste con la mayoría de las personas con esta condición, el cerebro de Peek desarrolló conexiones singulares que no son comunes en la mayoría de las personas. Estas conexiones adicionales le permitieron retener cantidades sorprendentes de información.
A pesar de su memoria excepcional, la condición de Kim Peek también le planteó dificultades significativas. Afrontó desafíos en áreas que involucraban habilidades de razonamiento, como las matemáticas, y su coeficiente intelectual resultó sorprendentemente bajo, alrededor de 87, lo cual está por debajo del rango promedio que oscila entre 90 y 110.
Además, Kim Peek experimentó obstáculos en su desarrollo. No logró caminar hasta casi los cuatro años y requería asistencia para llevar a cabo tareas básicas, como abrocharse una camisa. Afortunadamente, contó con un padre extremadamente dedicado, Fran, quien pasó la mayor parte de su vida cuidando de su talentoso hijo y ayudándole con las tareas que resultaban difíciles para Peek.