Hace muchos años un babuino llamado Jack trabajo en el sistema ferroviario en Sudáfrica durante 9 años y no lo hizo nada mal.
La historia de Jack el babuino
Todo comienza con James ‘Jumper’ Wide quien trabajaba en Ciudad del Cabo, en su sistema ferroviario. James debía de saltar de un vagón otro, incluso cuando estaban en movimiento.
Pero en 1877 sufrió un accidente cuando cayó de un tren en movimiento. James logró sobrevivir pero el tren le corto las dos piernas. Aún así James trato de salir adelante y se construyó dos piernas nuevas de madera, y una silla de ruedas para desplazarse.
James estaba paseando por el mercado cuando se encontró con un babuino llamado Jack, se sorprendió al ver lo inteligente que era. Entonces James lo contrató como ayudante y tiempo después Jack ayudaría a James a llevarlo a trabajar en sus silla, a cambiar las señales de tren, entregar llaves a los conductores…
¿Cómo era el trabajo de Jack el babuino?
James enseñó a Jack como era su trabajo, le aprendió a utilizar la señalas del tren levantando los dedos y tirando de las palancas. Jack era muy observador y vio como trabajaba su dueño para luego replicarlo él.
Cuando un tren en la estación pitaba 4 veces era una indicación de que se necesitaba una llave, Jack aprendió esto y fue capaz de llevarle la llave al conductor tras escuchar los pitidos.
Más tarde Jack aprendería a usar las señales de tren, pero siempre esta James vigilando lo que hacía. La gente se quedaba asombrada por la inteligencia de Jack, incluso mucha gente sólo iba a la estación para ver al babuino trabajar.
Problemas para Jack
Al igual que mucha gente se quedó asombrada y le hizo gracia la idea, hubo otros que le preocuparon porque creían que era inseguro dejar estas responsabilidades a un babuino. En la oficina todos sabían que James tenía un ‘ayudante’ pero no sabían que se traba de un babuino.
Causo tanto revuelo que el director del ferrocarril fue a la estación donde trabajaba James y Jack, con el propósito de despedirlos. Pero James le suplicó que no le despidiera y que comprobara las habilidades de Jack.
El director no creía que el babuino tuviera tales habilidades así que le permitió que se lo demostrará. Entonces ordenó a un maquinista que hiciera silbidos y el babuino rápidamente hizo el cambio de señales correctamente, de hecho durante todo el momento Jack no había apartado la vista de la red ferroviaria.
Estaba asombrado de lo que había visto y el directo del ferrocarril permitió a James volver a su trabajo, además Jack se convirtió en empleado oficial. Durante su trabajo Jack ganaría 20 centavos al día y la mitad de una botella de cerveza.
Al cabo de 9 años de trabajo el babuino no cometía errores, pero un día contrajo tuberculosis y falleció. Su cráneo se encuentra en el Museo Albany de Grahamstown (Sudáfrica).