Es difícil determinar cual fue la ola más grande registrada en nuestra planeta. Pero casi todos apuntan una ola de un megatsunami, de 524 metros de altura, que rompió en un territorio remoto de Alaska en 1958.
¿Cómo se originó la ola más gran del mundo?
El evento tuvo lugar el 9 de julio, alrededor de las 10 de la noche, hora local, cuando un poderoso terremoto de magnitud 8.3 en la escala de Richter sacudió una montaña en la Bahía Lituya, ubicada en Alaska, Estados Unidos. Como resultado de este temblor, se desprendieron aproximadamente 30 millones de metros cúbicos de tierra y roca desde una altura de unos 900 metros, que cayeron al agua. Este desprendimiento de tierra fue el principal desencadenante de un megatsunami, caracterizado por olas de más de 100 metros de altura. Este megatsunami generó una ola colosal que alcanzó una altura de más de 500 metros y se desplazó a una velocidad de 200 kilómetros por hora.
Las dimensiones de esta ola se conocen no por la medición directa, ya que no había boyas ni dispositivos de registro en ese momento, sino por los efectos observados en el entorno. Los árboles arrancados en las empinadas laderas que rodean la bahía y los cambios en la vegetación proporcionaron pistas sobre la magnitud del evento.
Las investigaciones han concluido que la potencia generada por el desprendimiento de tierra fue un factor clave en la formación de la ola, pero otro factor importante fue la forma de la bahía en sí, que funcionó como un antiguo glaciar y canalizó la fuerza del tsunami en una dirección específica. Esto fue esencial para lograr semejante récord en la altura de la ola.
Para poner en perspectiva las dimensiones de la ola, es importante destacar que el Empire State Building tiene una altura de poco más de 440 metros, lo que significa que esta ola gigante superó significativamente esa altura. Además, la ola más grande registrada en una boya marítima hasta la fecha es de 19 metros, registrada el 4 de febrero de 2013 en el Océano Atlántico Norte, lo que demuestra la extraordinaria magnitud de la ola de Lituya Bay.
Dado que la región donde ocurrió este evento era escasamente poblada, las víctimas humanas fueron relativamente pocas. Aunque las cifras varían según las fuentes, la mayoría coincide en que hubo cinco víctimas mortales, que eran pescadores que se encontraban en la zona en ese momento.
La ola surfeada más grande
Una ola de más de 500 metros es algo enorme, pero no es surfeable para la mayoría de humanos. Sin embargo, hay otras olas ‘pequeñas’ que algunos surfistas han tenido la oportunidad de surfear y hacer récord mundial.
El surfista de 37 años, Sebastian Steudtner, conquistó la ola récord el 29 de octubre de 2020 en Praia do Norte, un lugar donde se forma un estrechamiento en su extremo, propiciando así la creación de olas gigantes que superan los 30 metros de altura. En su caso tuvo la oportunidad de surfear una ola de e 26,21 metros de altura.
En su cuenta de Instagram, el surfista compartió sus impresiones sobre aquel día, expresando: «Nunca antes había experimentado tanta velocidad en mi tabla de surf y observado cómo una ola se rompe justo frente a mí. Fue un momento impactante e inolvidable».
El récord en la categoría femenina lo ostenta la surfista brasileña Maya Gabeira, quien el 11 de febrero de 2020 surfeó una ola de 22.4 metros en Praia do Norte.