Hasta este momento se han descubierto alrededor de 2000 planetas fuera de nuestro sistema solar. Lo más lejos hemos podido llegar para tomar una foto a un planeta ha sido Plutón.
¿Cómo sabemos como son los planetas de más allá?
Definitivamente no podemos ver ningún planeta fuera del sistema solar con nuestros telescopios desde aquí en la Tierra. El telescopio más grande que existe en estos momentos es el que se encuentra en la islas Canarias (España), su lente es de 10.4 metros.
Aún así este telescopio sigue teniendo un alcance muy limitado, ni si quiera si observas la Luna con este telescopio podría encontrar objetos dejados por astronautas, se necesitaría un telescopio más grande con una lente de al menos 200 metros de diámetro. Ni siquiera el objeto Hubble que se encuentra en el espacio podría apreciar estaos objetos. Claro que Hubble ha destacado por realizar fotos a nebulosas y galaxias, pero hablamos de cosas realmente enormes en comparación con objetos en la luna. Pero si se puede ver estos objetos gracias a las sombras que hay en la luna. Y son las sombras de los planetas lo que usan los científicos para encontrar planetas más allá del sistema solar
¿Cómo las sombras ayudan a descubrir planetas?
Para detectar planetas fuera de nuestro sistema solar la NASA usa el satélite Kepler, este satélite orbita entorno al Sol y además es un observatorio espacial. Es gracias a él con el que podemos encontrar nuevos planetas. Este satélite se enfoca en una porción del firmamento para realizar la búsqueda de planetas. Desde que se lanzó en 2009 ha confirmado el descubrimiento de unos 2.000 planetas fuera del sistema solar. De estos planetas encontrados tan sólo 12 se encuentran dentro de una zona habitable, es decir, donde una vida como la humana se pueda desarrollar. Para que un planeta se considere habitable tiene que cumplir algunos requisitos como por ejemplo tener agua, que no este ni muy cerca ni muy lejos del Sol. También es importante conocer el estado en el que se encuentran, en nuestro sistema por ejemplo los planetas más pequeños son rocosos y los más grandes son gaseosos y parece que esta regla es universal. Se estableció un límite para un que un planeta sea rocoso, si un planeta tiene una masa 10 veces superior a la Tierra este planeta será gaseoso.
¿Cómo lo hace?
El satélite Kepler no es tan potente como para poder ver específicamente a un planeta fuera del sistema solar, entonces lo que hace es buscar estrellas (como el Sol), ya que su luz es muy potente y opaca a los objetos que se encuentran a su alrededor. El objetivo de Kepler es buscar la regularidad que produce un cuerpo al pasar enfrente de la estrella y el lente de su telescopio. Dicho de otra manera está buscando su sombra y además le permite saber a que distancia se encuentra el planeta, cuanto tiempo demora su órbita y el tamaño que tiene.