La historia de los osos de peluche comienza con un viaje de caza, un presidente estadounidense y una decisión fatídica.
¿Cómo nació el osito de peluche?
El expresidente Roosevelt solía ir de caza a las montañas cuando estaba de vacaciones. Su finalidad era cazar osos para exponerlos como trofeos.
En 1902 tras conseguir la paz entre las empresas mineras y sus trabajadores decidió tomarse un descanso, y el gobernador de Mississippi le invitó a ir de caza, este por supuesto aceptó. No sólo fueron ellos, también varios periodistas y perros de caza les acompañaban, incluso un esclavo de la zona.
Roosevelt era considerado un buen cazador, pero era muy impaciente. El primer día de excursión no encontró ningún oso, entonces el gobernador Collier utilizó sus perros para localizar un oso, y así fue.
Los perros acorralaron al oso, pero éste se defendió y mató a algunos de ellos. Collier decidió guardar la presa para el presidente y lo ató a un árbol. Cuando Roosevelt llegó, esperaba poder cazar el oso para sí mismo. Pero el oso ensangrentado y atado a un árbol. Los otros cazadores animaron a Roosevelt a disparar, pero el presidente se negó, creyendo que matar a un oso atado sería antideportivo.
Este hecho fue escrito por lo periodistas que le acompañaban y mostrando la «compasión» del presidente. Se corrió la voz por todo el país y el 16 de nvoiembre de 1902 el Wahington Post hizo una caricatura sobre el encuentro de Roosevelt perdonándole la vida al oso. Este dibujo se hizo muy popular y empezó a incluir este oso en otras caricaturas, lo llamó «oso de peluche (teddy bear)».
El primer oso de peluche
Tras la fama de la caricatura un hombre llamado Morris Mitchom que tenía una tienda en Nueva York donde vendía pequeños juguetes hechos a mano, copió la idea del oso y su mujer, Rose, confeccionó un oso de peluche de terciopelo. Al día siguiente estaba en el escaparate.
Y decenas de personas se acercaron para preguntar sobre el oso de peluche. Antes de venderlo pidieron la aprobación del presidente, enviaron el oso original al Roosevelt como regalo para los nietos. Afortunadamente, Roosevelt accedió.
Esto llevo a Morris y Rose dedicarse a la fabricación exclusiva de osos de peluche. Pero no tardaron el resto de fabricantes de juguetes de EEUU en vender diferentes versiones del oso de peluche. El oso de peluche alcanzó incluso fama internacional cuando el juguetero alemán Richard Steiff rebautizó los osos de peluche de su empresa y empezó a venderlos en las jugueterías de Alemania en 1903.
