Un fósil único ha revelado cómo los dinosaurios pueden haber orinado, defecado y tenido relaciones sexuales. Y todo se reduce a un agujero multiusos.
Un fósil de 100 millones de años revela como orinaban y defecaban los dinosaurios
Según CNN, un fósil de Psittacosaurus extremadamente bien conservado de China ha permitido a los científicos examinar el misterioso orificio que los dinosaurios usaban para múltiples funciones corporales. A pesar de tener más de 100 millones de años, el orificio estaba increíblemente bien conservado. Aunque la mayoría de los mamíferos tienen orificios separados para cumplir diferentes funciones corporales, como defecar y orinar, otros animales como las aves y los reptiles solo usan un orificio llamado cloaca.
Este fósil confirma que los dinosaurios alguna vez también tuvieron una cloaca. Sin embargo, un nuevo estudio del fósil de Psittacosaurus mostró que la cloaca de los dinosaurios era diferente a la de cualquier animal vivo en esta Tierra hoy. Los autores del estudio describieron el orificio del dinosaurio como «muy singular».
“La mayoría de las cloacas forman una especie de hendidura. A veces es una división vertical, a veces es una cara sonriente, a veces es una cara amarga», dijo Jakob Vinther, paleontólogo y profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol. «Esta cosa tiene una estructura en forma de V con un par de bonitos labios ensanchados y no hay un grupo vivo de animales que tengan una morfología así».
¿Cómo era el Psittacosaurus?
Psittacosaurus es un género de dinosaurios que vivió en el período Cretácico Inferior hace entre 126 y 101 millones de años y ahora se encuentra en Asia. Los fósiles se descubrieron por primera vez hace décadas en la provincia de Liaoning, que es rica en recursos fósiles en el norte de China. Vinther comenzó a investigar fósiles en 2016 para reconstruir los patrones de color de los dinosaurios. Pero cuando entró en la etapa final de su primer aprendizaje, se dio cuenta de que la cloaca del dinosaurio estaba lo suficientemente intacta, por lo que también pudo examinarla. El equipo hizo una serie de descubrimientos interesantes. Por un lado, notaron que el orificio estaba flanqueado por lóbulos grandes y pigmentados a ambos lados de la abertura, que los investigadores creen que podrían haber tenido glándulas de olor almizclado, similar a lo que vemos en los cocodrilos vivos.
¿Cómo mantenían relaciones sexuales?
Según los autores de esta investigación también sugirieron que el exterior del orificio puede haber actuado como una señal para el cortejo con posibles parejas. La sección exterior de la cloaca parecía muy pigmentada con melanina, aunque no está claro cuál era su color exacto. Probablemente era un tono diferente al pálido vientre del dinosaurio, lo que podría ayudar a atraer parejas potenciales. Esta «exhibición» podría haber sido similar a lo que vemos entre los babuinos y algunas especies de salamandras en la actualidad.
Los investigadores también teorizaron cómo el dinosaurio utilizó la cloaca al observar a los parientes vivos más cercanos del animal: las aves. La mayoría de las especies de aves se aparean por «besos cloacales», en los que los compañeros presionan sus aberturas cloacales juntas. Si bien algunos paleontólogos creen que los dinosaurios también se aparearon así, aunque Vinther y su equipo ahora piensan de otra manera.
«Por lo que podemos ver, esta cloaca no habría sido adecuada para los besos cloacales«, dijo Vinther. «Parece que hubiera sido sexo con penetración».
Vinther y su equipo también creen que este dinosaurio pudo haber tenido un pene, porque la cloaca era algo similar a la de un cocodrilo macho, que tiene ese órgano genital.
